Y ya que estamos con el santoral...hoy fue
Santa Prisca.
Pavada de santa esta muchacha romana.
Prisca fue una de las primeras cristianas. En su curriculum (en el que
nadie niega que se pueda haber filtrado algo de leyenda) cuentan ni más ni menos que los siguientes "pequeños" antecedentes:
- Bautizada por Pedro (?)
- Amiga querida de Pablo
- Figura en la Biblia (en las cartas de Pablo)
- Soportó torturas varias por parte del Imperio sin apostatar
- Algún milagrito en vida (el leon que la debía devorar se amansó al verla).
- Primer mártir de la Iglesia (sí, sí, porque Esteban es "protomártir")
Prisca se hizo santa de piba nomás. Era apenas una adolescente cuando la capturaron. No queda claro si era virgen o si era la esposa de Aquila, un judío romano a quien también saludaba Pablo en sus cartas. Lo cierto es que se las bancó todas. Y todo por haberse negado a ir a un recital de Apolo y prender una bengala.
Ella decía
-"Soy sólo de Jesucristo"
¿Que pensará Santa Prisca desde el cielo al ver a sus sucesores, los pibes cristianos de hoy, que hasta cuando peregrinan a Luján tienen su corazón puesto en
ídolos que detestan (SIC) a Cristo y su doctrina? Será que la exclusividad del alma ya no es necesaria?...
Las reliquias de Santa Prisca están en Roma, donde vivió y murió y donde se erige un antiguo templo con su nombre. Pero parece que esta santa es paseandera, anduvo por el Nuevo Mundo: en Taxco, México, también hay un bello templo con su nombre a causa de esta
leyenda intragable ( o imperiosamente contextualizable) para cualquier mente sabia, prudente y progre.
En este
post de Arp descubro que Tolkien le puso
Prisca a una de sus hijas.
Hasta donde conozco,
Prisca es un nombre poco usado en español y me da pena porque lo encuentro hermoso. Debe ser que se ha transformado en
Priscila.
Yo tengo la dicha de conocer a una Prisca. Se trata de una muchacha "cordobelga" de alma fresca y pura, una loca linda. Es una hermana que me regalado el Señor en su perfecta bondad. Prisca es parte importantísma de mi historia de salvación. A ella debo, entre otras cosas, mi introducción a la
devoción mariana.
Conozco pocas almas laicas tan enamoradas de Dios como la de mi amiga Prisca. Y pocas que estén dando tanto fruto espiritual.
Puedo verla, sin esforzar demasiado mi imaginación, acompañando a nuevos apóstoles perseguidos por el Imperio neo-pagano.
A ella le escribo este post con todo mi agradecimiento y afecto, finalizando el día de su santo.
Y a Santa Prisca le pido disculpas por la ligereza de mi pluma.