Hablábamos en un
post reciente sobre el increíble misterio del sueño. Decíamos que, a pesar de ocupar un tercio de nuestra vida y a pesar de haber analizado muchos de los procesos que se ponen en juego, no tenemos en realidad la más pálida idea sobre el sentido de su existencia. Y esto, sólo en un plano fisiológico.
No nos metíamos ni con el significado de los sueños para el psicoanálisis, ni con los sueños proféticos en la Biblia, ni mucho menos con el correlato de los sueños en números de quiniela.
Sin embargo, le dejábamos entreabierta la puerta al misterio, a la mística.
En aquel mismo post, una comentarista alegaba que para ella el sueño era "el preludio de la vida eterna". Yo quisiera en este post seguir tanteando entre sombras para esa dirección. No exactamente esa misma dirección, pero sí la de una correlación entre el sueño y la vida fuera del tiempo, la vida del alma más allá del tiempo y la conciencia.
Sabiendo que estoy en terreno hiperresbaladizo, les tiro esta idea sin el menor cuidado por mi reputación de sensatez. Que cada uno la abaraje como pueda:
Leer
[+]Para la medicina, el
bruxismo es una de las llamadas
parasomnias, una alteración de la conducta durante el sueño. Ejemplos de otras parasomnias son el sonambulismo, la somniloquia o los terrores nocturnos. El bruxismo consiste
simplemente en el perseverante rechinar de los dientes mientras se duerme. Si bien es algo "benigno", las consecuencias odontológicas pueden ser considerables a largo plazo. Además, el ruido que genera este entrechocar de muelas no pasa desapercibido para los compañeros de cuarto del durmiente llegando a veces a ser esa molestia el verdadero motivo de la consulta al médico.
La causa del bruxismo, por supuesto, tampoco se sabe. Entre el blablablá habitual que acompaña a estas ignorancias, se lo asocia a stress o malestar psíquico. Puede acompañarse de otras parasomnias.
Quien ha visto o escuchado a un bruxómano en ación queda bastante impresionado. No parece un sueño apacible. El rictus en la cara. Y ese sonido!
Es interesante notar que no existe tal fenómeno de rechinar dientes durante la vida vigil y consciente. No al menos en personas mentalmente sanas.
Uno puede llegar a "masticar bronca" pero de ahí a un verdadero rechinar de dientes hay un trecho...
Y ¿de dónde nos suena esto del "rechinar de dientes"? ¿Quién nos había hablado antes de este fenómeno? Pues todos los cristianos lo sabemos:
Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes."(Mt 22:13)
...vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.(Mt 24:51)
...y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.(Lc 13:28)
Voilá.
Entre lo que nos habló Jesús sobre lo que nos puede esperar después de esta vida, el rechinar de dientes aparece como una de las opciones. Y no de las mejores, ciertamente.
Ahora sigamos resbalando por esta loca asociación que les he presentado. Elija ud. señor lector entre alguna de las siguientes posibilidades que se me ocurren:
1) La del preludio o la profecía. Según esta idea determinista, los pobres bruxómanos (entre los que me cuento) estaríamos ya condenados y vamos saboreando en el sueño lo que nos espera eternamente. ¡Ay de nosotros!
2) La de la compensación. Al contrario de la anterior, como en la eternidad nos esperaría la salvación porque creemos y confiamos en Aquel que ya pagó por nuestros pecados, entonces nos toca conocer un poco de infierno durante el tiempo este del destierro y eso ocurre en la misteriosa dimensión del sueño. El hostigamiento del Enemigo es más intenso con aquellas almas que no serán suyas. El Señor lo permitiría pero nos libra del recuerdo diurno de tales tormentos.
3) La de la expiación. Mezcla de las anteriores. El destino eterno es incierto hasta el último día. La presencia o no de bruxismo es un termómetro de cómo va la partida. Sería mejor que la muerte no nos encuentre aún rechinando.
4) Ninguna de las anteriores es correcta pero ahora me parece claro que alguna relación debe haber entre estos misterios.
5) Esto es un disparate atroz y este converso está del todo majareta, no me extraña que le castañeteen los dientes.