verso converso

aportes incorrectos después de haber caído del caballo...

Y él les dijo: «Así, todo escriba que ha llegado a ser discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» (Mt 13,52)


mayo 09, 2005

sueño, dientes y misterio

Hablábamos en un post reciente sobre el increíble misterio del sueño. Decíamos que, a pesar de ocupar un tercio de nuestra vida y a pesar de haber analizado muchos de los procesos que se ponen en juego, no tenemos en realidad la más pálida idea sobre el sentido de su existencia. Y esto, sólo en un plano fisiológico.

No nos metíamos ni con el significado de los sueños para el psicoanálisis, ni con los sueños proféticos en la Biblia, ni mucho menos con el correlato de los sueños en números de quiniela.
Sin embargo, le dejábamos entreabierta la puerta al misterio, a la mística.

En aquel mismo post, una comentarista alegaba que para ella el sueño era "el preludio de la vida eterna". Yo quisiera en este post seguir tanteando entre sombras para esa dirección. No exactamente esa misma dirección, pero sí la de una correlación entre el sueño y la vida fuera del tiempo, la vida del alma más allá del tiempo y la conciencia.

Sabiendo que estoy en terreno hiperresbaladizo, les tiro esta idea sin el menor cuidado por mi reputación de sensatez. Que cada uno la abaraje como pueda:
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Para la medicina, el bruxismo es una de las llamadas parasomnias, una alteración de la conducta durante el sueño. Ejemplos de otras parasomnias son el sonambulismo, la somniloquia o los terrores nocturnos. El bruxismo consiste simplemente en el perseverante rechinar de los dientes mientras se duerme. Si bien es algo "benigno", las consecuencias odontológicas pueden ser considerables a largo plazo. Además, el ruido que genera este entrechocar de muelas no pasa desapercibido para los compañeros de cuarto del durmiente llegando a veces a ser esa molestia el verdadero motivo de la consulta al médico.

La causa del bruxismo, por supuesto, tampoco se sabe. Entre el blablablá habitual que acompaña a estas ignorancias, se lo asocia a stress o malestar psíquico. Puede acompañarse de otras parasomnias.

Quien ha visto o escuchado a un bruxómano en ación queda bastante impresionado. No parece un sueño apacible. El rictus en la cara. Y ese sonido!

Es interesante notar que no existe tal fenómeno de rechinar dientes durante la vida vigil y consciente. No al menos en personas mentalmente sanas.
Uno puede llegar a "masticar bronca" pero de ahí a un verdadero rechinar de dientes hay un trecho...

Y ¿de dónde nos suena esto del "rechinar de dientes"? ¿Quién nos había hablado antes de este fenómeno? Pues todos los cristianos lo sabemos:

Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes."(Mt 22:13)
...vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.(Mt 24:51)
...y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.(Lc 13:28)

Voilá.
Entre lo que nos habló Jesús sobre lo que nos puede esperar después de esta vida, el rechinar de dientes aparece como una de las opciones. Y no de las mejores, ciertamente.

Ahora sigamos resbalando por esta loca asociación que les he presentado. Elija ud. señor lector entre alguna de las siguientes posibilidades que se me ocurren:

1) La del preludio o la profecía. Según esta idea determinista, los pobres bruxómanos (entre los que me cuento) estaríamos ya condenados y vamos saboreando en el sueño lo que nos espera eternamente. ¡Ay de nosotros!

2) La de la compensación. Al contrario de la anterior, como en la eternidad nos esperaría la salvación porque creemos y confiamos en Aquel que ya pagó por nuestros pecados, entonces nos toca conocer un poco de infierno durante el tiempo este del destierro y eso ocurre en la misteriosa dimensión del sueño. El hostigamiento del Enemigo es más intenso con aquellas almas que no serán suyas. El Señor lo permitiría pero nos libra del recuerdo diurno de tales tormentos.

3) La de la expiación. Mezcla de las anteriores. El destino eterno es incierto hasta el último día. La presencia o no de bruxismo es un termómetro de cómo va la partida. Sería mejor que la muerte no nos encuentre aún rechinando.

4) Ninguna de las anteriores es correcta pero ahora me parece claro que alguna relación debe haber entre estos misterios.

5) Esto es un disparate atroz y este converso está del todo majareta, no me extraña que le castañeteen los dientes.

13 Comments:

Blogger Juan Ignacio said...

¿Es similar al castañeo por frío?

8:12 a.m.  
Blogger pepe said...

Creo que es algo parecido al calambre, ese que uno tiene cuando duerme, aunque también lo tenga, por otras razones, cuando está despierto.
Por lo tanto, definitivamente, elíjo la última, la del "majareta" (que no sé lo que quiere decir).

10:44 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

A todos los que quieran salvarse de ese castigo del rechinar de dientes, puedo ayudarlos.
En el consultorio confecciono unas placas de descanso semirígidas buenísimas!!!
Logicamente...para vos Hernan tengo una gratis.

saludos silvi@

11:18 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Ninguna de las anteriores.
Cada vez que se menciono el rechinar d dientes en los veriscuos, se lo acompaño de la palabra "llanto", es de asumir que que si usamos un paralelismo en la vigilia par uno, podremos usarlo para el otro.
Podemos asumir que ambas cosas son "sufrimiento".
El sufrimiento tiene, en la tierra, un enorme valor.
Es moneda para comprar en el cielo.
Asi que aprovecha, cuando te vayas a dormir, ofrece esos sufrimientos, que son reales ( tu debes tener una idea de cuan reales son aunque no se tenga memoria de ellos), por alguien o algo.
Ya tienes en tu alma suficiente deseo de Dios como para que El te guie en la peticion.

12:07 p.m.  
Blogger Hernan said...

Muchachos, no confundan gordura con hinchazon: no es lo mismo tiritar de frío que bruxar.

Silvia: ¿cuán durables son tus placas de descanso semirrígidas, estimandolo en temporadas de purgatorio?
¿sabes como hacer para pasarlas pal otro lao?

Lindo currito argentino acaba de gestarse...

3:14 p.m.  
Blogger Juan Ignacio said...

Majareta es... loco. Al elegir esa opción le dijiste loco. Pero él como es buen tipo no te respondió nada. :-)

7:51 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

De todas maneras es mejor ser ¿majareta? que tener bruxismo
¿o no?
Y menos rechinar los dientes cuando venga tú sabes quien.

2:21 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Que no sabéis que quiere decir "majareta"?
¡¡¡Por Tutatis!!!
¡¡¡Por Belenos y Belisana!!!
El cielo debe estar por caer sobre nuestras cabezas...

(Perdón, no pude resistir el impulso...)

5:07 p.m.  
Blogger Juan Ignacio said...

Majaretas decía en las traducciones de Asterix.

"Esos romanos están majaretas".

Que sino fallo es lo que pone a veces XavMP: "Ils sont fous ces Romains".

4:58 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

¿¿¿majaretes ó majaretas???

http://www.diccionarios.com/

5:20 p.m.  
Blogger Karenina said...

glub, yo soy bruxista desde niña. Me coloco lo que los psicólogos llamamos un descargador para dormir, antes de que me quede sin dientes. No me asustes...¡ser eternamente bruxista!. No sé si es "blablabla" como dices, pero he comprbado que cuando estoy especialemtne estresada rechino más los dientes-no me grabo, me lo ha dicho quien compartía mi sueño- Algo hay de verdad en ello. En mis clientes he visto que son las personas nerviosas e inseguras, sometidas además a estrés quienes más lo padecen.
Un saludo

3:36 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Elijo la opción 4

12:27 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Las plaquitas funcionan, son muy buenas. Bruxo desde los 14 años (tengo 44) y me comí muchos lados de algunos dientes y muelas. Ojo, no parezco una bruja, pero me comí las piezas dentales, literalmente. Además, padecía algunas veces dolores de oído como consecuencia.
A los 40 me dijeron de las plaquitas, me las hice, y desde entonces, no gasto más dientes, estoy más relajada, y más cómoda.
Eso sí, cambio la placa cada 6 meses... porque también la agujereo.
No es cuestión de inseguridad, sí de estress y su manejo, sí es un indicador de fuerte nivel de contractura nerviosa.

10:27 a.m.  

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