"alégrense ese día"

El viernes por la noche me quedé a dormir en casa de mi padre, quien hoy está cumpliendo 79 años. Mi papá es viudo y vive solo, está viejito pero bien lúcido. Eso sí, sin sus audífonos oye menos que un tapial.

Cada vez que estoy en su departamento me doy un atracón de TV, cual adicto que recae tras la abstinencia.

En el noticiero del viernes, la nota estrella era la de los desmanes ocurridos en el teatro municipal San Martin donde una abortera holandesa daba una conferencia explicando su misión internacional (para los caídos del catre o los de afuera, un barco holandés llegó a las costas argentinas para practicar abortos "seguros" en aguas internacionales. En el teatro municipal de Buenos Aires se promovió la visita aunque el aborto es crimen en la Argentina)

Hubo enfrentamientos entre grupos de personas allí reunidos pro y anti-aborto: las imágenes transmitían una gran violencia.
Aparentemente ciertos militantes no dejaban entrar a la sala a los que no pensaban igual que la conferencista. Un hombre de barba tupida, bastante joven, bien vestido, que diera primero un testimonio verbal apasionado y sensato de oposicion al aborto dió luego un testimonio aún más noble al caer rodando por una escalera tras ser empujado por un militante de izquierda y, apenas recuperado del golpe, reicorporarse para volver a subir. Eso es lo que vi.

El sonido de fondo, durante toda la nota, era el ya clásico cantito de los nuevos paladines de la tolerancia, la civilización y el progreso: "Iglesia, basura, vos sos la dictadura"...

Mi papá miraba la nota con la boca entreabierta y sin parpadear a un metro del televisor.
Apenas terminada la nota se da vuelta y me pregunta: "¿que gritaban de la dentadura?"