verso converso

aportes incorrectos después de haber caído del caballo...

Y él les dijo: «Así, todo escriba que ha llegado a ser discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» (Mt 13,52)


noviembre 15, 2004

aclarando oscurecen

Hablando del Espíritu (del que siempre conviene hablar poco por aquello del único pecado que no será perdonado de Mt 12,32; Mc 3,29 y Lc 12,10), hoy he vuelto a sorprenderme por una de esas casualidades en las que uno supone alguna intervención supranatural.
Resulta que, seducido por el título de tapa, a la salida de misa me he comprado, por primera vez en la vida creo, un número de la National Geographic (revista que invariablemente leí de prestado o en la sala de espera de los dentistas). Imaginen mi sorpresa al descubrir esta medianoche que mi tocayo justo hoy había posteado algo sobre la tradicional publicación de bordes amarillos.

La compré porque me dejé seducir por la pregunta de tapa sobre Darwin.
Los que siguen el blog sabrán de mis reticencias a aceptar toda la teoría de la Evolución como nos la venden en los manuales de biología. He aclarado que estas reticencias son relativamente nuevas, alguna vez fui un neodarwinista ortodoxo seguidor de Richard Dawkins (científico ateo militante que se las trae).

Frente al kiosko tuve la ilusión de que National Geografic mostraría también algo de este nuevo espíritu crítico sobre la evolución, que abriría el debate a fondo, que regalaría un aire fresco sobre el tema (caramba! se lo estaban preguntando por fin!), pero en el interior del número sólo encontré, entre un material gráfico de altísimo nivel, la remanida ciencia panfletaria.

"¿Estaba equivocado Darwin?" (tapa y primer página de la nota) "NO. Las pruebas de la evolución son arrolladoras" (en la siguiente página)

La evolución es un concepto estupendo, MÁS CRUCIAL AHORA para el bienestar humano, para la ciencia médica y para nuestra comprensión del mundo que nunca antes." (las mayúsculas son textuales)

O bien
La magnífica teoría de Darwin, la evolución por selección natural, une diversos hechos biológicos en un todo coherente.

Rematando al fin del dossier con la foto de un hombre tatuado en el pecho y esta referencia en el texto
Peter Kibisov, un antiguo convicto en Rusia, lleva dos recuerdos de su época en prisión: el tatuaje de un crucifijo y una tuberculosis resistente a los fármacos. Espera que Dios lo ayude, pero la ciencia basada en la evolución será la que conduzca a una cura terrenal

En fin, está todo bien. Todo muy lindo. Sigamos mirando para donde hay que mirar, no sea que vayamos a cuestionarnos los paradigmas que sostienen el materialismo.
Que quede clara mi posición: El aporte científico de Darwin ha sido sin dudas genial. El origen de las especies es una obra monumental y la teoría de la selección natural es impecable. Nadie duda de que la selección natural es un mecanismo de especiación verdadero.
Pero es insuficiente para explicar el origen de la vida y el origen del hombre.

Algo se está resquebrajando.
Si en el año 2004 tiene que salir un dossier de 17 hojas en National Geografic para defender (con fotitos y alfileres) la teoría que más ha influído nuestro pensamiento en los últimos 150 años, algo está pasando. Hay una fragilidad.
Deberíamos pensarlo.

Algo está por cambiar en la manera de entendernos.
Y estos cambios, me temo, siempre son violentos.

2 Comments:

Blogger Juan Ignacio said...

Si una teoría necesita defenderse así como bien decís vos (con 17 páginas, fotos y alfileres), pues sucede entonces que se está manifiestando una inseguridad de parte de quien la promueve. Y eso cae sólo. Claro, quizás genera violencia primero, antes de caer por su peso. Pero serán los portadores de esa teoría los que ejerzan la violencia. No nosotros. Habrá quienes tengamos que levantar la mano, pero sólo en legítima defensa.

Mientras eso no sea necesario, debemos actuar como hermanos. Separando el pecado del pecador. Denunciando en alta voz el pecado. Amando al pecador (¿y yo qué soy?), tratando de entenderlo, para poder así llegar a él de una manera efectiva, llegar a su corazón.

Nuestra fe no es como sus teorías. Es un tesoro que encontramos y lo queremos dar a todos. Si reaccionamos violentamente cuando se no cuestiona la fe, ¿pues no será que somos inseguros nosotros también?

Nos debe indignar que se enseñen barbaridades, pero nos debe "conmover" aquél que está en ese error, porque debemos reconocer en esa persona a alguien que está sufriendo, aunque en apariencia sea tan fuerte.

Quizás me fui un poco por las ramas. Siempre me pasa cuando empiezo con un tema que me atrae y un buen post habla de él.

11:03 a.m.  
Blogger Hernan said...

Estimado Juan Ignacio, no mezclemos los tantos.
No se trata de evolución vs. fe, ese nunca fue el dilema. Ni la teoría de la evolución niega a Dios ni la fe debería depender de ninguna teoría científica.

Se trata de la búsqueda libre de la verdad, ese es el motor del post.
Se trata de los sesgamientos de lectura, de la ideologías tras la ciencia, de lo políticamente correcto o incorrecto...

Si la verdad se buscara lo suficientemente bien se llegaría a Dios. Porque Dios es la Verdad. Mientras tanto, aqui en el tiempo, vemos porciones de verdad, reflejos, e interpretamos con deformaciones lo que se nos permite ver, construímos...

Deberíamos bregar, creyentes y no creyentes, por ir llegando a la Verdad, caiga la construcción que caiga...

O por lo menos no ufanarnos, ni creyentes ni no creyentes, de nuestra falible interpretación de hoy.
Humildad en nuestra perplejidad ante el misterio.

6:48 p.m.  

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