verso converso

aportes incorrectos después de haber caído del caballo...

Y él les dijo: «Así, todo escriba que ha llegado a ser discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» (Mt 13,52)


noviembre 08, 2004

más de Chesterton y la conversión...

Cuando trato de definir los cambios de percepción que me ha originado la conversión a veces uso la figura de la "mirada corta vs. la mirada larga". Me es difícil explicarlo con pocas palabras.

En fin, trataré: cada hecho, cada situación, cada evento cobra desde la nueva mirada religiosa una gravedad que antes no tenía, ya que sus repercusiones no sólo son temporales sino eternas.
Las bases, motivaciones u orígenes de cada acontecimiento, no son como antes uno suponía de carácter antojadizo, azaroso o simplemente fruto del pragmatismo o idealismo humano sino que son interpretados en el contexto de un combate místico antiquísimo.
Todo se redimensiona. Y no sólo por la polarización, por el tomar partido por Jesucristo. La cuestión de la temporalidad tiene mucho que ver en la nueva mirada. Y la cuestión del sentido, del fin último de cada cosa y cada acto.

Chesterton lo dice cómo sólo él sabe:

El otro día, Bernard Shaw expresó el nostálgico deseo de que todos los hombres vivieran trescientos años en civilizaciones más felices. Tal frase nos demuestra cómo los santurrones sólo desean —como ellos mismos dicen— reformas prácticas y objetivas.

Ahora bien: esto se dice con facilidad; pero estoy absolutamente convencido de lo siguiente: si Bernard Shaw hubiera vivido durante los últimos trescientos años, se habría convertido hace ya mucho tiempo al catolicismo. Habría comprendido que el mundo gira siempre en la misma órbita y que poco se puede confiar en su así llamado progreso.
Habría visto también cómo la Iglesia fue sacrificada por una superstición bíblica, y la Biblia por una superstición darwinista. Y uno de los primeros en combatir estos hechos hubiera sido él.

Sea como fuere, Bernard Shaw deseaba para cada uno una experiencia de trescientos años. Y los católicos, muy al contrario de todos los otros hombres, tienen una experiencia de diecinueve siglos. Una persona que se convierte al catolicismo, llega, pues, a tener de repente dos mil años.

Esto significa, si lo precisamos todavía más, que una persona, al convertirse, crece y se eleva hacia el pleno humanismo. Juzga las cosas del modo como ellas conmueven a la humanidad, y a todos los países y en todos los tiempos; y no sólo según las últimas noticias de los diarios.
"

G K Chesterton.

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