Zaqueo
El evangelio del día es Lc 19, 1-10
-Señor, soy un hombre pecador, y al igual que Zaqueo tengo ganas de conocerte. Hasta realizo a veces algún esfuerzo para ello. No me doy cuenta de que Vos me estás esperando, llamándome por mi nombre, auto-invitándote a entrar en mi casa y mi corazón.
Una vez que estoy con Vos, encuentro la felicidad ordenando mi vida, corrigiendo lo que está mal, y reencontrando las vertientes de generosidad y justicia que alguna vez abandoné.
Gracias, Señor, por buscarme y salvarme.
El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
-Señor, soy un hombre pecador, y al igual que Zaqueo tengo ganas de conocerte. Hasta realizo a veces algún esfuerzo para ello. No me doy cuenta de que Vos me estás esperando, llamándome por mi nombre, auto-invitándote a entrar en mi casa y mi corazón.
Una vez que estoy con Vos, encuentro la felicidad ordenando mi vida, corrigiendo lo que está mal, y reencontrando las vertientes de generosidad y justicia que alguna vez abandoné.
Gracias, Señor, por buscarme y salvarme.
2 Comments:
Me uno a tu oración.
Amén.
le metí posthumanismo + blog al google y estoy aquí de vuelo, solo para agregarte a una carpeta de favoritos y darte mi amistad. Quiero saber quiénes más escriben y dónde. Dónde están los posthumanos y qué hacen. Leí la fábrica de la infelicidad de Franco Berardi y acabo de ver un video en posthumano.blogspot.com, minutos antes una amiga había enviado al correo un video en el youtube que nunca había visto sobre el rebelde desconocido de la plaza tiananmen en China. Había leído sobr eesa revolución en un libro del peruano Osvaldo Reynoso: Los eunucos inmortales. Pero ver a ese chino plantado frente a los tanques para detenerlos me hizo llorar. Ojalá alguien pudiese detener todo este devenir violento. Volveré a seguir comentando con la misma desesperación de siempre.
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