herejía y propaganda

El sábado a la noche acompañé a un viejo amigo que llevaba a su pibe al cine del pueblo. Me tuve que comer el bodrio de Rey Arturo. Un bodrio muy bien hecho, una megaproducción. Para mi sorpresa, la acción no se situaba en el medioevo sino en la Britania del siglo 4 DC, con un imperio romano cristianizado y en decadencia y con un Arturo de origen celta, al igual que sus caballeros entre los que está el mismísimo Lancelot, peleando para Roma por su libertad. Se anuncia como la "verdadera historia sobre la que se basó la leyenda".

Sinceramente, el filmé me ofuscó. Ya no tolero ser testigo de un condicionamiento anticristiano tan vil.
Porque...¿quiénes son los personajes más pérfidos de la película? Pues los representantes de la iglesia: un obispo traidor y codicioso y unos monjes locos que encarcelaban y torturaban paganos por el bien de sus almas (el guionista adelantó la inquisición unos cuantos siglos y la retrató con la ponzoña habitual).
Y ¿quiénes son los buenos? Los paganos, la tribu celta que lucha al fin al lado de los caballeros de Arturo contra los sajones y que pregonan un mensaje igualitarista y mágico (Merlin era de la tribu).
Finalmente ¿qué orientación religiosa tenía Arturo, el héroe? He aquí el detalle de color: Era cristiano pero pelagiano.

El pelagianismo fue una herejía importante en los albores de la iglesia, herejía contra la que combatió San Agustín. El punto central de divergencia era el pecado original, que para Pelagio no existiría.

Compruebo lo que decía aquí, en Fotos mi tocayo: en realidad ninguna herejía importante ha muerto.