balance

Me agarró a contrapié, que le voy a hacer. Ya expliqué lo atorado que estoy, no es desamor. Demasiado trabajo, muy mala época esta.
Pero... al fin y al cabo no sé si tengo excusa, pobre criatura, faltarle así al cumple. Al primer cumple!

Y sí, un añito de blog cumplimos el 2 de septiembre. Un año de vida medible en posts.
189 para ser exactos.

Medible en rating también, aunque siempre odioso: 19138 visitas. Promedio de 68 por día.

Un gran entusiasmo inicial. Un afianzamiento, un tomarle la mano. Un abril espectacular, con pico de popularidad. Un fin de año con gusto a ausencia o abandono.
Pero no a agonía.

Un año con la duda: ¿tentación o buena obra?
Un año entero con la mente puesta en el próximo post.
Algunos nuevos amigos, lo que no es poco.

Un termómetro de mi misticismo. Un declive.
Una sumatoria de frustaciones y vanidades. Algún que otro justo crédito.
Una condición: no avergonzarme mañana.
Una pereza mayúscula.
Un descubrimiento: me gusta la diletancia en prosa.
Un anonimato a medias. Riesgos, miedo.
Decenas de asuntos esperando encontrar la manera de entrar.

Un secreto afán de predicador.