Sociedad posthumana
"...Huxley tenía razón, la amenaza más significativa planteada por la biotecnología contemporánea estriba en la posibilidad de que altere la naturaleza humana y, por consiguiente, nos conduzca a un estadío "posthumano" de la historia. Esto es importante, alegaré, porque la naturaleza humana existe, es un concepto válido y ha aportado una continuidad estable a nuestra experiencia como especie. Es, junto con la religión, lo que define nuestros valores básicos. La naturaleza humana determina y limita los posibles modelos de los regímenes políticos, de manera que una tecnología lo bastante poderosa para transformar aquello que somos tendrá posiblemente, consecuencias nocivas para la democracia liberal y para la naturaleza de la propia política."
Francis Fukuyama. Pensador norteamericano contemporáneo.
Extraído de Posthuman society (2002), por estas pampas traducido con el comercial nombre de El fin del hombre.
Amigos míos me dicen que este Fukuyama "no es trigo limpio". Y es cierto que se le fué la mano con su Fin de la Historia. Sin embargo esta tesis me parece la denuncia más sabia que he escuchado en los últimos tiempos.
Al que crea que los antidepresivos modernos (que consume casi un cuarto de la poblacion adulta occidental) no alteran la manera de sentir y pensar, al que no vislumbre que son el nuevo soma: la eficaz manera de tolerar una realidad cada vez más dura, al que promueva el uso de la ritalina durante años de infancia confundiendo rendimiento académico con salud, al que no se haya dado cuenta todavía de cómo el viagra está afectando las relaciones humanas mucho más allá de lo que ocurre en un lecho, y también a los que conciban los diagnósticos prenatales para erradicar enfermedades a costa de la vida del enfermo o a los que hayan puesto en la genética sus esperanzas para hacernos más sanos y felices sin ver que en nuestros "defectos" está nuestra riqueza... a todos ellos les recomiendo este librito.
8 Comments:
"El hombre, en rigor, no tiene naturaleza, y hablar de «naturaleza humana» es sumamente equívoco. El animal la tiene, es decir, un repertorio de conductas que proceden de su condición genética y que podemos describir: el diccionario describe lo que es físicamente un animal y un tipo de conducta; pero el hombre no es así. Si se nos dice que no hacemos una vida «natural», hay que reconocer que es así: vivimos en casas, comemos los productos de la cocina, bebemos bebidas artificiales, fumamos, viajamos en vehículos mecánicos, leemos periódicos y libros, hablamos por teléfono, vemos la televisión, asistimos a conferencias; nada de esto es natural. Pero si alguien nos persuade de que desde mañana hagamos una vida natural, ¿qué haremos? ¿Qué es natural? ¿Vivir en cuevas o en las copas de los árboles? ¿Cazar, pescar? ¿Acaso comer hierbas o frutos silvestres? Lo que el hombre hace no le viene dado por una naturaleza: lo tiene que elegir, tiene que imaginarlo y después intentar realizarlo, con mejor o peor fortuna"
Este texto de julián Marías quizás sea una esperanza contra la hipótesis Huxley-Fukuyama.
Por supuesto, no niega la conclusión, la cual vos explicaste muy bien, sino que alienta a una solución.
Digo yo, bah...
Ante todo gracias Juan Ignacio por tan rico comentario.
Creo firmemente que Marías estaba equivocado al respecto. Creo también, aunque suene pedante de mi parte, que es un error perdonable, propio de su siglo.
Porque la verdad es que sí existe
"un repertorio de conductas que proceden de su condición genética" también en el hombre. Hoy se conoce a este repertorio como fenotipo conductual.
Los ejemplos de conductas que cita en su argumentación por supuesto que dependen mayoritariamente de la cultura y no de la biología. Pero el detalle es que lo que sí depende de la biología no es tanto el qué se hace sino el cómo se hace. Aunque el qué se hace también.
Por supuesto que estos descubrimientos actuales son odiosos. A los posmodernos no nos gustan los determinismos de ningún tipo. A los psicólogos de la vieja guardia les irrita particularmente, tanto así que siguen siendo oscurantistas respecto a nuevos conocimientos en sus universidades freudianas-lacanianas.
A propósito, hoy leí en otro blog un post relacionado a este tema, sobre
Lysenko, a proposito de la politización de la ciencia.
Tendrías que seguir desarrollando este tema que me parece muy pero muy interesante. Por otros posts tuyos que leí, entiendo que hay muchas cosas más (de lo que pensábamos) que dependen de los genes. ¿Llegaste incluso a hablar de la conciencia?
Julián Marías tiene razón en la diferencia que hace entre hombres y animales, ¿no? Eso, aunque la condición genética nos determine, no creo que cambie. Nosotros siempre "evolucionaremos".
De todos modos, relacionar lo de Julián Marías con lo que vos pusiste fue medio caprichoso de mi parte y creo que el tema es muy amplio (solo releer el final del post y ya hay varios temas).
Lo que me atrae sobremanera es conocer más acerca del libre albedrío ahora que se conocen tanto más las determinaciones genéticas. Conciencia e inconciencia, culpabilidad o inocencia... millones de cosas entran de golpe en mi cabeza cuando tengo que cortar (hoy más que nunca la gracia de Dios y la providencia podrían tener "éxito" en el mundo, ¡si sólo el hombre se pusiera en manos de Dios!)
El Papa avala la existencia de la "naturaleza humana". Mirá
acá
Creo (acá me arriesgo un poquito pero casi nada) que Julián Marías también lo acepta.
La naturaleza humana, esa que el cristianismo creo que define como "buena con inclinación al mal" (¿está bien?) y tanto luchó contra ideas opuestas como Rousseau y etc., esa, creo que Julián Marías la acepta.
Creo que lo que JM dijo (libro “La Felicidad Humana”) apunta a una distinción más sutil (fijate que lo pone entre comillas), y es (creo) un estilo provocador decirlo así (a la forma de Unamuno quizás, pero ya digo mucha pavada).
Otra posibilidad: que sea todo lo contrario de lo que dije yo. Tampoco voy a defender a Marías así porque sí. Y yo filosofía y teología: 0 al as.
Creo (acá me arriesgo un poquito pero casi nada) que Julián Marías también lo acepta.
La naturaleza humana, esa que el cristianismo creo que define como "buena con inclinación al mal" (¿está bien?) y tanto luchó contra ideas opuestas como Rousseau y etc., esa, creo que Julián Marías la acepta.
Creo que lo que JM dijo (libro “La Felicidad Humana”) apunta a una distinción más sutil (fijate que lo pone entre comillas), y es (creo) un estilo provocador decirlo así (a la forma de Unamuno quizás, pero ya digo mucha pavada).
Otra posibilidad: que sea todo lo contrario de lo que dije yo. Tampoco voy a defender a Marías así porque sí. Y yo filosofía y teología: 0 al as.
Salud.
Hernán, este post de "Cartas de mi tío..." puede venir a cuento.
http://bsuabia.blogspot.com/2005/07/carta-eugenia.html
Aunque quizás confunda más, porque otra vez creo que no habla de exactamente lo mismo. Habla de lo natural como los instintos básicos, creo.
Destaco eso de "artificial" del hombre, que es una palabra discutible. Pero así como dice más o menos lo de Julián Marías, no niega para nada que haya una naturaleza humana.
Lo del Papa que ponés es muy bueno y me interesaría conocer más acerca de eso. Porque así como nuestro natural es débil, es interesante pensar en que haya ciertos "instintos" para cosas que hoy se consideran "convenciones".
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Publicar un comentario
<< Home